Fraudes
William J. Peña Reinoso
Fraude es todo aquello que se hace con la intención de engañar, modificar o esconder algo. Por esto cuando de política hablamos el fraude no solo se produce al contar los votos en las urnas electorales o, como ahora, en las máquinas electorales. Ese fraude es grotesco e insultante tanto para quien comete el fraude como para los defraudados.
En Venezuela hemos tenido una larga lista de fraudes o, por lo menos, de intentos de ellos.
En los años sesenta para las elecciones de Rómulo Betancourt y las de Raúl Leoni, se produjeron fraudes de intención y de poder: se condicionó a los votantes a ejercer el sagrado derecho a cambio de un “puestico”, lo cual se verificaba, y por ende se consumaba el fraude, contra la presentación, a los “jefes”, de las tarjetas correspondientes a los otros partidos contendientes, las cuales no habían sido introducidas en el sobre de votación
Otro fraude de esa época, el fraude por limitación: era el cometido cuando se limitó la participación de todas las corrientes ideológicas presentes en el país, materializadas en algunos partidos políticos.
Como pueden notar, en ninguno de ellos se escamoteaban los votos eso no era necesario, ¿para qué?
En épocas posteriores el fraude electoral mas notorio era en económico: Quien detentaba el poder podía asignar recursos financieros a ciertos partidos políticos o asegurar ciertos “contratos” a objeto de lograr contribuciones especiales, las cuales servían para invertir en las campañas propagandísticas, en el mejor de los casos, o en la compra de votos, hombres con “maletines”, “manos pelúas”, etc., en lo cotidiano.
En las elecciones de los dos últimos años, que han sido demasiadas, el fraude se ha consumado bajo una nueva modalidad: “el temor a”; se planteo el temor al candidato militar y éste nos asustó con la posibilidad del continuismo político de los partidos tradicionales: AD y COPEI, los signatarios vivos del pacto de Punto Fijo.
Posteriormente vino el siguiente fraude con la misma modalidad: el temor a un golpe, la certeza ¿infundada? de: “si no es bajo el modelo que propongo se puede producir un estallido social, si no triunfamos es casi seguro que tendremos una guerra civil, si quisiera puedo disolver el congreso, tengo el poder para hacerlo”, y así, como estos, otros comentarios con el mismo tenor.
¿Cuál es la forma como ahora se manifiesta el Fraude?, Todo parece indicar que una nueva modalidad se une a la que se presentó en las multi - elecciones de los dos últimos años, esta modalidad se manifiesta cuando los organismos rectores del proceso electoral violan el ordenamiento legal vigente, cuando limitan el derecho a la información oportuna de los electores, cuando usan el desorden administrativo y la incapacidad gerencial para condicionar el voto hacia las alternativas mas fáciles o las mas promocionadas por el aparato gubernamental, cuando usan esa incapacidad para endosarle a la tecnología fallas propias de los hombres y sus procesos, cuando deciden que lo esencial es una fecha a cumplir, que una etapa a superar; que lo importante es arribar y mantenerse que llegar y cumplir; que es mas importante alabar, satisfacer un aparente capricho, pagar una cuota de poder asignada, que garantizar el derecho de los venezolanos a elegir, libre y conscientemente, a sus representantes; ese fraude es tan obvio que se está simulando las simulaciones, se está engañando de la manera mas vil al pueblo, a ese quien supuestamente gobernará con el Soberano Mayor, al pueblo, quien en definitiva les puso donde hay y quien en alguna oportunidad tiene fe en que en algún momento esto se enderezará, al pueblo ingenuo y esperanzado.
Ahora existe el fraude porque se debe acelerar el proceso a objeto de evitar que el deterioro de la imagen del Soberano Mayor sea peor y reste votos en donde a él mas le interesa: la Asamblea, porque no dudo que gane la elección principal, mas si dudo que tenga el control total al cual está acostumbrado, control que de manera fraudulenta le dimos los venezolanos.
Por eso afirmo: sí hay fraude electoral en estas elecciones, no habrá, ¡HAY!, se manifiesta en cada palabra de los integrantes del organismo rector de las elecciones y en los dirigentes de la nueva República; y lo peor es que nosotros, todos, hemos sido, por lo menos, cómplices tácitos de dicho Fraude.
22 de mayo de 2000
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